Las oportunidades raramente se presentan dos veces, raramente vuelven a llamar a tu puerta con la misma intención y raramente el mismo tren pasa más de una vez. Un día medirás tu vida por la cosas que no hiciste y espero que te salgan las cuentas. Espero que no te queden besos en los bolsillos, ni caricias entre las sabanas. Espero que no queden cafés pendientes, ni conversaciones inacabadas.
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