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Deja volar la imaginación

lunes, 29 de septiembre de 2014

Es el momento

No llores por los caminos sin recorrer. Es hora de variar el ritmo y la dirección. Es hora de marcharse.


sábado, 27 de septiembre de 2014

Gran Torino

¿Qué tramáis morenos?


viernes, 26 de septiembre de 2014

Como el primer beso ninguno

Vivimos miles de historias... pero son estos pequeños instantes de felicidad los que nos marcan. Los que recordaremos una y otra vez cuando no hagamos viejos.

Un invierno en la playa



"Vivimos a toda velocidad sin disfrutar del momento, inmersos en nuestro ritmo acelerado para conseguir nuestros propósitos en la vida. Pero tengo flashes de lucidez, de gran lucidez, en los que me paro a pensar y me digo: espera, ya la tengo, ésta es mi vida, afloja el ritmo y disfrútala porque todos acabaremos algún día bajo tierra y se habrá acabado todo"

Una cuestion de tiempo


Sería curioso poder viajar en el tiempo y enmendar cada uno de nuestros errores. Muchas personas dicen que no cambiarían nada de lo que han hecho porque dejarían de ser ellos mismos, yo en cambio no estoy de acuerdo. Viajaría mil y una vez, haría cualquier cosa sin miedo a lo que pudiera ocurrir sabiendo que al más mínimo problema podría volver atrás y actuar de manera distinta. Se que nada de ello es posible, al menos en nuestra época. La vida no debe ser como un reloj de arena que agota su tiempo, pero lo es. Vivimos con miedo, yo él primero, y hasta que no lo perdamos no aprenderemos a vivir, a encontrar la esencia de cada día. Quizás ese deba de empezar a ser el primer objetivo.

jueves, 25 de septiembre de 2014

El secreto de la felicidad

La mejor respuesta a la pregunta de Silvia: “¿Dónde está la felicidad?” se la podía dar cualquier mono sano: “La felicidad está en cualquier rama, ¿no lo ves?”.
Un antiguo cuento zen ilustra este concepto:
Érase un ratón que se hallaba en constante estrés por miedo al gato. Un mago se apiadó de él y lo transformó en un ágil felino. Pero, entonces, el pobre animal se empezó a asustar del perro. El mago, con otro golpe de vara, lo transformó en un fuerte can. Pero, al poco tiempo, el agobiado animal empezó a temer al tigre. El mago, aunque ya un poco cansado, lo transmutó en un poderoso tigre, el rey de los felinos. Y en ese punto, a nuestro animal le entró un ataque de pánico ante la presencia del cazador. El mago dio un suspiro, harto de tanto trabajo. Cogió su varita, la alzó y dijo:
–¡Te convierto en ratón y esta vez es para siempre!
 Y añadió:
–Nada de lo que yo haga va a servir, amigo, porque primero tienes que aprender a ser feliz como un ratón.